"EL REGRESO DE LOS DIOSES A LA ESCENA"“EL REGRESO DE LOS DIOSES A LA ESCENA”
-Juan Monsalve-
"Ya la pesada carga del saber
debe encerrarse en el silencio."
I Ching
Origen del Teatro de la Memoria. La fuente latinoamericana: Acto Latino (1967-1979); la fuente Europea y Asiática, en la Escuela Internacional de Teatro Antropológico ISTA (1980-2000). Investigaciones en Asia. Relaciones entre El Teatro Hermético de la Memoria, de Guillio Camillo (1600), El Teatro Oculto (1980), El Arte Secreto del Actor (1980-2000), y el Teatro de la Memoria (1989). Las perspectivas de Investigacion en el campo de la Antropología teatral
Ante el teatro "clásico, o culto" existe un teatro oculto, un ritual secreto que se transmite oralmente, de generación en generación. Un arte que no aparece en la historia oficial del arte. La transmisión de los secretos del oficio del actor, renueva los ritos muertos, por ritos vivos. La sociedad necesita renovar sus rituales muertos, y el Teatro Sagrado abre “caminos de corazón” en espacios profanados.
“El TEATRO OCULTO” se escribió como resultado de mis primeros años en el teatro. Fueron años de aprendizaje y experimentación en la Universidad de América, en la Universidad Nacional, en el grupo Acto Latino, y en otras instituciones culturales, de Bogota. Fue la búsqueda de una expresión que diera cuenta de nuestra época, en la escritura del espacio, en el gesto que develara el sentido de las fuerzas latentes, contra el dominio de la apariencia establecida. Tras el retorno del cuerpo a su naturaleza poética, hacíamos teatro para descifrar la maraña del espíritu público, y descubrir el rostro verdadero que se oculta tras las máscaras. En este periodo transitamos diversos caminos, acompañados de los métodos de C. Stanislavsky, B. Brecht, Antonin Artaud, Jerzy Grotowski, Julian Beck, Samuel Beckett, y otros epígonos de la revolución escénica del s.XX. Tambien recibimos la influencia del Teatro Latinoamericano, a través de autores y teóricos, tales como Augusto Boal, Maria Escudero, Virgilio Piñera, Enrique Buenaventura, Atahualpa del Cioppo, Jorge Zalamea, Juan Rulfo, García Márquez, y otros.
El primer capítulo: “EL TEATRO OCULTO”, es una selección de escritos que resume mi experiencia de 1967 a 1980. Fue una etapa de teatro experimental. Buscábamos en la raíz latinoamericana nuestra expresión escénica. Mezclada con la imagen del Che Guevara, como lider de la revolución Latinoamericana, fuimos influenciados por la revolución de Mayo–68, y el movimiento hippie, e hicimos un teatro comprometido con las causas libertarias. Pero, la politización del teatro, en el periodo 72–74, llegó a producir panfletos, los grupos se volvieron brazos culturales de los partidos políticos, y la cacería de brujas se desató a todos los niveles sociales.
Por eso denominé “Teatro Oculto“ a aquella época, como la manera simbólica de guardar el espíritu sagrado del arte escénico en tiempos oscuros. Del segundo capítulo en adelante, hice una selección de textos, agrupados según el tema: Del Oficio del Actor: guía practica para actores. Del Teatro y la Sociedad: documentos históricos y reflexiones sobre la función social del teatro. Del Teatro y el Rito: Antropología Teatral, proyecto “EL TEATRO DE LAS INDIAS”, investigación en las fuentes originales de representación. Del Teatro y el Mito: sobre las relaciones simbólicas del Teatro y el Espíritu, en las fuentes de los Teatros Sagrados, y, finalmente, un Posludio que recoge la historia, las obras, fotografias, poemas, y bibliografia, documentos al margen que testimonian mi vida en el teatro.
La Idea del Teatro, a diferencia de la Historia del Teatro, tiene origen en el pensamiento original, en la filosofía hermética, y en la mitología antigua. Como idea tiene una existencia ontológica, para–histórica y metafísica, independiente de la historiografía. Es sabido que la historia del teatro occidental comienza en Grecia, en los rituales Dionisíacos, pero el teatro, en el mundo entero, ha tenido múltiples origenes, según las diversas culturas. Los teatros Orientales, por ejemplo, tienen sus propios origenes, lo mismo que los Africanos y los Americanos. Una lectura antropológica nos abre la visión a un Teatro Mundi, donde las diversas fuentes confluyen en el Océano de la Memoria. La Antropología Teatral es el estudio del hombre en situación de representación, en su contexto cultural. La Idea del Teatro pertenece no solo a la Historia, o a la Antropología del Teatro, no solo al campo de las ciencias y las artes, sino al campo del pensamiento, la filosofía y la mitología.
La Idea del Teatro, en Grecia antigua, no fue una idea de Dédalo, el ingenioso artífice, el constructor del escenario y la tramoya, sino que es una idea más antigua. Según Francis A. Yates, esta idea está citada por Porfirio, proveniente de Homero en La Odisea, cuando habla de las cavernas, en la entrada a Itaca, donde las ninfas tejen los actos. La naturaleza de la acción está comprendida de la Idea del Teatro. Según el Bagavad Gita, de India, la acción proviene de la lluvia, y la lluvia de Brahma. El yo, engañado, cree ser el hacedor.
Teatro no es, pues, representación clásica, sino representación originaria del Espíritu. El regreso de los dioses a la escena, anunciado por F. Nietzche, en El Origen de la Tragedia, a finales del s.XIX, se hizo realidad en el s.XX. La revolución de A. Jarry, acabó de un ¡Merdre! con el Teatro Clásico. Las profecías anunciadas por Antonin Artaud, se hicieron realidad con J. Grotowski, quien abrió las puertas del Teatro Sagrado, y el Actor Santo, en occidente. Su discípulo, Eugenio Barba, aportó el instrumento antropológico, con un intercambio de culturas de todo el mundo. El Teatro, a partir de estos hitos, no fue el mismo. La Escuela Internacional de Teatro Antropológico–ISTA, realizó sus tareas, en los primeros 20 años de existencia: 1980–2000, haciendo intercambio de culturas, y planteándose la investigacion seria sobre los secretos del arte del actor en las más antiguas tradiciones del mundo.
El Arte Secreto del Actor, de Eugenio Barba y Nicola Savarese, transmite los secretos del arte del actor. El actor–bailarín, de diversas tradiciones, tiene formas distintas, pero principios comunes: equilibrio, oposiciones, energía. Las distintas tradiciones del arte escénico en el mundo dieron características particulares a cada una. Así, el lenguaje de las manos (mudras) de India es único en el mundo, asi mismo el Teatro Chino tiene en la acrobacia una de sus más altas virtudes, el Teatro Japonés la concentración de la energía y la presencia escénica, y el Teatro Balines la magia de sus máscaras y movimientos, etc.
Las fuentes del teatro desembocan en el océano de la memoria. La fuente Latina tambien desemboca en las aguas de la Memoria. Las implicaciones simbólicas son extensas y variadas cuando hablamos de Teatro y Memoria, sin embargo la Idea del Teatro esta expuesta en El Teatro Hermético de la Memoria, de Guillio Camillo, como conocimiento de la antigua hermenéutica, heredada de los egipcios a los griegos, y judeocristianos, y de allí a los países latinos. En el Renacimiento, los hermeneutas usaron el arte para trasmitir celosamente sus conocimientos mágicos. No en vano fueron, muchos de ellos, quemados en la hoguera, por herejes y hechiceros, durante la Inquisición. El Teatro Sagrado, a pesar de las persecuciones a que ha sido sometido desde siempre, sobrevive la Oscura Noche del Alma, trayendo, de sus fuentes, antiguos mitos y ritos, hasta nuestros días.
En América, la Historia del Teatro fue a otro precio: los antiguos rituales indígenas fueron perseguidos por los conquistadores y el clero, muchos de ellos prohibidos por considerarlos ritos demoníacos. Fueron mirados por los españoles con desprecio, como objetos exóticos del folclor, que pueden tener, cuando más, dividendos turísticos. La impostura de una escena europea en un escenario indio fue a precio de sangre. El Teatro dominante fue, por supuesto, el Teatro Mortal. En las precarias escuelas de formación escénica apenas se consideraban otras fuentes distintas a la europea: África, Asia, o América son ignoradas. Los Teatros Sagrados fueron marginados no solo por ser Sagrados, en medio de la industria profana del espectáculo, sino por ser de culturas diferentes. El etnocentrismo europeo se difundió con los criollos de la independencia, a nombre de las identidades nacionales, desconociendo las artes nativas. La Idea del Teatro se sustrae a la diferencia étnica, política o económica, a las fronteras sociales, para examinar desde ese espacio, allende a las estrellas, el Teatro Mundi, con la ayuda de la madre de las musas: Mnemosyne, la memoria.
La peste del olvido impera en tierra arrasada por la guerra y el terror. El olvido se impone ante la voz de las armas, ante la boca del fusil no hay palabra que valga, solo el sordo olvido. La paz es otra palabra más sin sentido, en medio del barullo de la guerra, de la sordidez que impone el crimen colectivo. Y la cultura, cual caldero profanado, derrama su propia sangre, como testimonio de una época oscura. El actor en tiempos de guerra tiene el deber de sujetar la rienda de la violencia. En tiempos de olvido se imponen tareas de memoria, como la única manera de mantener vivas las voces de los ancestros, los ecos de origen. La peste del olvido nubla la visión de los artistas, y la guerra impone el silencio de las sementeras. En tales épocas el poeta habla en metáforas, usa símbolos, para proteger su arte, y su vida de la mirada profana. Es preciso, para el artista, estar al mismo tiempo, adentro y fuera del bosque, con un pie en la tierra y el otro en el cielo. Esto le permite ver allende a las estrellas, y actuar sobre la realidad. Sobre todo sobre la realpolitik. Entre el Príncipe y el Poeta hay un antiguo oráculo que sella sus destinos, entre la espada y la pluma una vieja paradoja: lo débil vence lo fuerte. Las armas, ciegas, deben callar ante el poder de las palabras sagradas. Pero las palabras han sido enajenadas, han perdido su sentido frente a La Ley. Por eso el poeta bebe de las palabras de origen, de su fuente original, del espacio sagrado de representación. El teatro es un lugar de magia y hechicería, nos decía Antonin Artaud. El Teatro Sagrado abre sus puertas a todos los que quieran acceder a él, para ello hay que tener las manos limpias. El regreso de los dioses a la escena requiere de oficiantes preparados para asumir la nueva tarea: un nuevo teatro sagrado como manifestación de una nueva era espiritual que apenas comienza.
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Introducción al libro: “LA IDEA DEL TEATRO"
Texto completo: teatrodelamemoria@gmail.com
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